Carta Financiera #01

Como buen millennial, sigo a varios coachs… y últimamente todos vienen notando un patrón que se repite bastante. Hay personas a las que les cuesta "tener" energía.

Me refiero a ese tipo de persona que, cuando siente que tiene un poco de nafta extra, la gasta al instante. Y como no logran guardar esa energía, terminan el día agotados.

Entonces, cuando aparecen las tareas normales (las del día a día), no rinden bien. Eso genera complicaciones, estrés, y un cansancio que se podría haber evitado. Ahora… si bien yo no suelo ver a mis clientes con problemas de energía (capaz porque no es lo que buscan resolver conmigo), hay algo interesante acá.

No sé si lo habías notado, pero la energía y la plata se manejan bastante parecido. Desde el lado del dinero, cuando trabajo con personas a las que les cuesta tener plata, suelo ver un patrón muy claro: Cuando estás sin plata o endeudado, hacés un esfuerzo gigante.

Te restringís, te sacrificás, postergás cosas que querés, todo para salir a flote. Y cuando lo lográs (cuando finalmente podés respirar un poco), tenés dos caminos: Seguir con ese sacrificio un poco más, para construir un colchón. O decir: “Ya fue, me lo merezco. Me voy de vacaciones.” Y no está mal.

Después de tanta tensión, darte un gusto parece justo. Pero… cuando aparece el próximo imprevisto económico (y aparece), volvés al punto de partida. Y así, entrás en un loop.

No estoy culpando a nadie. Esto tiene un montón de capas emocionales… Y encima, vivís rodeado de anuncios que te conocen mejor que vos mismo y saben cuándo ofrecerte algo apenas salís de una deuda.

Es una locura, pero es 100% real. También es normal sentir envidia de quienes pueden viajar sin pensar en el precio.Y sí, puede parecer injusto que, después de tanto sacrificio, no te alcance para “ese” gusto que te merecés.

Pero hay situaciones que requieren grises, no blancos o negros. Y esa tranquilidad que buscás con el viaje, el auto nuevo o lo que sea, tal vez te la dé otra cosa: Tener varios meses de gastos guardados, por si pasa algo.

Así que te dejo una pregunta simple: ¿Estarías cómodo/a teniendo plata guardada (sin usarla) durante meses? ¿O sentirías que tenés que hacer algo con ella?

Te mando un abrazo, Agus.